Los países escandinavos, Finlandia e Islandia son famosos por muchas cosas, entre otras por su foco en la familia, un componente casi sagrado en la vida de dichas naciones.
Para los amantes del frío, la posición natural de estos países al norte del hemisferio boreal hace que las condiciones sean más extremas durante todo el invierno, mientras que el verano regala días de luz infinitos y temperaturas suaves.
El estilo de vida de los ciudadanos, volcado en la familia, da la oportunidad tanto a habitantes como a visitantes de disfrutar de una amplísima oferta turística family-friendly que hemos recogido en este artículo de nuestro (y vuestro) blog. ¿Os apuntáis?
Admirar las maravillosas auroras boreales en Rovaniemi, Finlandia
Ir caminando por la naturaleza, subir la cabeza y ver, de repente, el cielo coloreado de verde es, sin duda, una experiencia única que se puede gozar todos los años entre los 62° y 75° norte del hemisferio boreal y algunas veces hasta los 55°.
La posición de Rovaniemi, hogar de Santa Claus, es perfecta. En este pueblo se puede visitar la casa de Papá Noel, ver a sus renos e, incluso, viajar en trineos tirados por perros.
También los recorridos por la Taiga finlandesa, cubierta de nieve, con guías expertos merecen muchísimo la pena. Con un cielo sin nubes, la baja presencia de luces artificiales hace que el fenómeno de la aurora boreal sea muy fácil de observar.
Alucinar con los géiseres en Islandia
Islandia ofrece diversas aventuras para experimentar con los más pequeños, y una de ellas consiste en visitar los géiseres, fenómenos naturales muy estraños en el mundo, pero comunes en este territorio, que destacan por lanzar hacia arriba chorros de agua de decenas de metros de altura procedentes del interior de la tierra.
Este evento se manifiesta numerosas veces al día gracias a la importante actividad volcánica subterránea del terreno. ¡Caminar entre los chorros y relajarse en las aguas termales en familia es un espectáculo asegurado!
Visitar castillos en Hovedstaden, Dinamarca
La región-isla de la capital danesa Copenhague ofrece muchas rutas a pie o en bici rodeadas de maravillosos castillos. Al norte de la isla se encuentra el castillo de Frederiksborg, que destaca por su posición en tres islotes en mitad de un pequeño lago.
Por el contrario, frente al estrecho de Helsingor, se ubica el gran castillo de Kronborg, residencia de Amleto, que se impone majestuoso a tan solo unos kilómetros de Suecia.
Estos castillos son solo una parte de la serie de edificios reales que se pueden encontrar a lo largo de la isla, incluso en el centro de la capital que, junto a Amalienborg alberga la actual residencia real.
Ruta por las Islas Lofoten, Noruega
Si el presupuesto para viajar no es un problema, alquilar un coche y viajar por el archipiélago de las Islas Lofoten es una experiencia única que debemos tener en cuenta para por lo menos vivirla una vez en la vida.
La formación de las islas, una literalmente destacada de la otra por pocos metros, junto a la presencia de montañas muy empinadas, garantizan panoramas deslumbrantes que no parecen de este planeta.
Además, es importante saber que las rutas se renuevan cada año de forma completa y siempre están libres de la frecuente nieve que cae entre los meses de octubre a abril.
El territorio cuenta, así mismo, con pueblos de pescadores y casas variopintas. Aunque toda el área se encuentra en el círculo polar ártico, las temperaturas durante el verano pueden llegar a alcanzar los 20°C.
Deportes de invierno y verano en las montañas suecas
Suecia no es solo Estocolmo, bosques y lagos. Este país posee unas extensas cadenas montañosas que marcan la frontera con Noruega y el norte de Finlandia. Al contrario de los Alpes, donde se necesitan alturas considerables para que la cota de nieve esté garantizada, las montañas escandinavas aseguran una naturaleza completamente cubierta de blanco durante todo el invierno desde la cota 0.
El territorio de Are está entre los más visitados por los amantes del esquí, y alberga deportistas que pueden disfrutar de 80 pistas diferentes empezando su descenso al valle desde los 1500 metros.
Por el contrario, durante el verano todo este territorio se transforma en el lugar perfecto para practicar mountain bike y senderismo.
Deporte, vistas impresionantes, nieve, temperaturas frescas durante el verano… ¿Qué te han parecido todos estos destinos? Para nosotros son opciones más que recomendables para visitar durante todo el año y disfrutar en familia de un viaje inolvidable.
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